Como todos los veranos, cuando el fútbol se va de vacaciones, los posibles fichajes acaparan la atención de todos los medios de comunicación deportivos y de todos los aficionados. Especulaciones sobre posibles traspasos, cesiones y demás moviminetos estan a la orden del día. Precisamente éste mediático mercado ha sufrido importantes cambios en los últimos años, especialmente en los altos precios que se han llegado a pagar en él. Ya esta en cada uno opinar si el cambio ha sido para bien o para mal, si perjudica al mundo del fútbol o no. Para mi lo perjudica claramente.
El cambio del que hablo es el hinchazón, por llamarlo de alguna manera, que vive el mercado de fichajes actualmente, en cuanto a los precios que se pagan por comprar a un jugador. Hoy en día cualquier jugador que despunte un mínimo no baja de los 25 millones de euros. Puede parecer poco porque nos estamos acostumbrando a ello y sobre todo porque si subimos el liston a un jugador ya más consolidado (no me refiero a un super-clase) los precios que se piden no son inferiores a 50 millones de euros.
En mi opinión tres de los más importantes factores que ha incitado a llegar a éstos niveles son: la aparición de jeques multimillonarios como propietarios de clubs, las cláusulas rescisorias que los clubs imponen en los contratos de los jugadores y los numerosos agentes y representante con los que cuenta cada jugador, dispuestos a sacar gran tajada del traspaso de su asistido.
Si pasamos a ver ejemplos, nos encontramos con uno muy reciente. Hablo de los casi 40 millones que el Real Madrid podría llegar a pagar por Illarramendi. Un precio desorbitado para un jugador, que es verdad que promete por su gran calidad y juventud, pero que es precisamente eso, una promesa. Esto demuestra lo que hemos dicho: un club como la Real Sociedad, que ha entrado en Champion por su gran temporada, lo que ha significado tener el presupuesto saneado y por lo tanto sin necesidad de vender, a quien quiera a su gran promesa tendra que pagar la famosa cláusula. Y sino el jugador lo disfrutan ellos. O bueno ya vendra un jeque.
Estos precios unidos a la crisis económica, que cada vez se hace notar más en el mundo del fútbol, tiene como consecuencia que se realicen cada vez menos traspasos de importancia. Quienes pueden seguir realizando traspasos son los clubs de más presupuesto o los que sus propietarios son jeques (que cada vez hay más y pagan lo que sea). Sin embargo los equipos de segunda fila, que antes podían competir más y mejor con los grandes, se están viendo obligados a vender cada año a su mejor estrella para poder hacer un equipo equilibrado y más competitivo, a menudo a través de cesiones y no de compras. Solo hace falta ver la cantidad de puntos que diferencian en la liga española a Barcelona y Real Madrid del resto, respecto a hace siete u ocho años.
En Inglaterra y Alemania se sigue manteniendo más igualdad, gracias a un justo y equilibrado reparto de los derechos televisivos, que supone un gran desahogo para los equipos más humildes. Por otro lado en Italia, otra de las grandes ligas europeas y de las más afectadas por la recesión económica, estamos viendo como sus grandes clubs tienen que fichar anticipandose al resto y utilizando buenas tácticas de negociación para contrarestar esa falta de dinero, a la cual hace años no tenían que hacer frente.
Un ejemplo sería la Juventus, que en los últimos años ha fichado a Llorente y Pirlo por 0 euros. Dos grandes jugadores. Ambos finalizaban contrato y la Juventus estuvo atenta anticipandose a otros clubs. El Milán por su parte se deshizo de los craks Thiago Silva e Ibrahimovich y de sus poderosas fichas para traer a otro Crack mucho más joven como Balotelli. En definitiva dos equipos que miran a su alrededor (craks con fin de contrato, con menos gente detrás) alejandose de las grande cláusulas que no se pueden permitir.
La conclusión es que hay que exigir un fútbol limpio, con las cuentas de los clubes saneadas y pagando a hacienda. De lo contrario un día éste maravilloso deporte de masas puede darse un gran batacazo. De momento empezaremos a presenciar, como grandes clubes empiezan a adoptar la táctica de fichajes que han empezado a emprender Juve y Milan entre otros. La crisis no perdona.