Altercados en los alrededores del estadio |
En Europa es difícil ver una liga en la que un grupo ultra es tomado en consideración por la propia dirigencia del club. Cuando digo tomado en consideración, quiero decir hasta el punto en que los jefes de estos grupos violentos participan en reuniones de las directivas, son preguntados acerca de la toma de decisiones e incluso como hemos visto en algún reciente partido, en los que los ultras han asaltado el campo, se negocia con ellos como si del rescate de un secuestro se tratara.
Es verdad que en un país, donde la afluencia en los estadios es pobre, esta afición cobra gran importancia a la hora de mantener cierto grado de animación hacia el equipo. Pero la solución no es ofrecer una desmesurada libertad a estos grupos ni mucho menos.Hoy me dispongo a escribir sobre esto, porque un día más la jornada de liga italiana nos ha dejado un episodio de este tipo. Ha sido en el Roma-Lazio, finalizado uno a uno. Unas horas antes del partido, las dos aficiones ultras se ha enfrentado en una trifulca que ha terminado con tres heridos leves.
Ni siquiera el hecho de poner el partido el lunes, por cierto otra acuchillada al espectáculo del fútbol, ha serviso para evitar dichos altercados. Aunque viendo como en otros partidos como Fiorentina-Milan, sus dirigentes pierden los nervios llegando incluso a las manos, no nos debe extrañar que el aficionado actúe luego de esa manera.
A pesar de todo y aunque no lo parezca ha habido fútbol. Además del empate en el derbi romano, la Juventus logró otra victoria que la sitúa más cerca de su segundo Scudetto consecutivo. Por otro lado una nueva derrota del Inter de MIlán, deja a los nerazzurri con los puesto Champions, ocupados por Napoli y Milán respectivamente, casi imposibles. En la zona baja, el Palermo con su segunda victoria consecutiva coge aire, aunque debido a la diferencia de goles sigue en descenso junto con Genova y el ya desauciado Pescara.
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