Escudo del Inter de Milán |
En mi opinión, el principal problema que ha tenido este club, para ofrecer un semejante bajón, ha sido el no saber gestionar el equipo post-Mourinho. Con esto me refiero principalmente, a que la directiva no ha tenido la política de fichajes correcta. En primer lugar se han confeccionado las plantillas más por la cantidad que por la calidad, dando más valor a un jugador medio extranjero que a uno nacional. De ahí mi titular.
Se ha querido vender, que había que hacer una renovación generacional, cuando luego los fichajes iban encaminados a todo menos a eso. Vamos a poner varios ejemplos.
Hay que empezar diciendo que Moratti es un tipo que peca de realizar fichajes sin realmente ver lo que le puede aportar ese jugador tácticamente al modelo de juego del equipo, y por supuesto se fija poco en la calidad precio. En la campaña actual, el equipo contaba con un delantero joven llamado Livaja, que a pesar de haber jugado pocos minutos, cuando había participado, especialmente en Europa League había tenido grandes prestaciones incluso realizando varios goles. Pues bien Moratti decidió cederlo, que a priori puede parecer una buena decisión para dar minutos al chaval. pero es que resulta que en su lugar se trae como alternativa a Milito, al ya muy veterano Rocchi. Como todo parecía indicar el fichaje fue nefasto, tanto que tras la lesión de Milito el club buscó otro delantero mas y apunto estuvieron de traer al ya prácticamente retirado Carew. Éste no paso las visitas médicas por fortuna para ellos. Otro caso muy sonado fue el de Sneijder, jugador de clase mundial. No se le renovó, ni se le dieron las motivaciones adecuadas y el jugador dejo el club en enero. Todo apuntaba a que sería la gran oportunidad de uno de los jugadores con más talento y más proyección. Hablamos de Coutinho, el cual estuvo cedido en el Espayol la pasada temporada para que explotase. Pues bien, explotó, volvió, el club vendió a Sneijder, pero sorprendentemente a él también. por lo tanto una cesión estupida.
Es aquí donde volvemos al tema de una plantilla hecha por cantidad y no por calidad. Lo primero que se dijo desde la dirigencia del club, fue que esas ventas servrían para traer tres o cuatro jugadores. Si, es cierto, ¿pero qué jugadores? Pues se fichó a un joven prometedor para el medio campo de nombre Kovacic, el cual no ha demostrado lo que había demostrado el vendido Coutinho; el defensa Shelotto, un jugador del monton; y un tercero para hacer bulto como es Kuzmanovic, que su mejor nivel ya lo ha dado en su carrera. Todo esto a costa de un super clase y un jugador muy talentoso que ya se había adaptado a la plantila como son Sneijder y Coutinho respectivamente. Cosa de locos. Por tanto un equipo prácticamente nuevo a mitad de temporada, y un equipo nada colaudado. Un auténtico marrón para el entrenador Stramaccioni.
Ahora vendrás las excusas de que se necesita dinero en esta época en el fútbol italiano. Todo esto es verdad, pero no vale como justificación cuando el propio Moratti estaba dispuesto a fichar a un jugador de 20 millones de euros como Paulinho, al cual no fichó no por problemas económicos, sino por la negativa de su club actual. A todo esto el chaval Benassi, mediocentro creativo, que tanta falta hace al Inter, sigue chupando banquillo. Solo juega en los momentos difíciles y así es difícil que el joven jugador tenga una buena progresión.
Quizás Mourinho, viendo todo esto, hizo más milagros de los que podíamos llegar a pensar. Porque puede que ese equipo fuese ligeramente mejor, pero realmente la mayoría de jugadores siguen estando. Lo que ha cambiado ha sido la motivación. El llamado efecto post-Mourinho.
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